miércoles, 18 de diciembre de 2013

Iniciación: Teoría y ¿Práctica?


“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”

Génesis 2:18

“Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Sheol, ni su carne vio corrupción”

Hechos 2:31

“Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios”

1ª de Pedro 4:6 

“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”

Colosenses 3:1

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Así como el Ser Humano es un Ser compuesto, así la Iniciación es tripartita. La Iniciación afecta tanto al Cuerpo Físico como al Alma emocional y al Espíritu que es pura Mente; pero para que esa Iniciación plena pueda ser efectiva es necesario acudir con una cualidad indispensable: El Amor.

Hemos oído, en múltiples ocasiones, que debemos hacer a otros lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros mismos y que no hagamos a los demás lo que no nos gustaría que nos hicieran; pero eso solo es moralidad profana y no Amor. Es evidente que unas de las cualidades implícitas que lleva consigo el Amor son dichas directrices; Pero no sirve forzarnos a cumplir un mandamiento, si en realidad no lo sentimos como propio, en nuestro más profundo interior.

El Amor absoluto y necesario para enfrentarnos, con bien, a la Iniciación triple es la Fe profunda y absoluta convicción de que todos somos Uno. Todo aquello que pensemos de nuestros semejantes nos afecta porque ellos somos nosotros mismos y cada uno de ellos somos tu y yo. Solo de ese modo puede amarse al otro igual que si lo hiciéramos con nosotros mismos. Debemos ver a cualquier Criatura, no como algo ajeno sino como algo consustancial con nosotros mismos.

Muchos se enfrentan a la Iniciación mutilados, en el aspecto que mencionamos, y lo único que llegan a conseguir son simples migajas que de poco les pueden servir.

Es falsa la idea de que podemos conseguir la Iniciación plena si nos dedicamos al puro misticismo emocional mediante profundos ejercicios de meditación y contemplación; como así también es falsa el que pudiéramos alcanzar el extasis iniciático mediante el profundo estudio de los antiguos libros esotéricos. Ni una cosa ni la otra, aún investidos del Amor verdadero, nos conducirá a la Iniciación si nos olvidamos de la parte más importante y donde mora la chispa de Espíritu inmortal, nuestro Cuerpo Físico y mortal. Recordemos que parte del Alma también es perecedera.

Durante eones de tiempo, los arcontes, mediante las falsas religiones nos han inculcado que todo lo relacionado con el Cuerpo y el Mundo es maldito y blasfemo; pero eso solo es una estrategia para que sigamos dormidos en un sueño que ya lleva más tiempo del que se previera en los anales de la Creación. 

La Iniciación solo será plena si dirigidos por el Amor, quien nos proporciona la Fe, la Gnosis, despertamos a la triple chispa de espíritu y que se encuentra ubicada, mediantes puertas materiales, en: La Parte física en el Sacro "Sagrado", la emocional en el plexo solar “el Corazón” y la mental o espiritual en el tercer ojo o "Glándula Pineal".

La iniciación correspondiente a los planos emocional y espiritual es ampliamente conocida de la mayoría de nosotros; pero nos han echo olvidar lo más Sagrado, el Sacro, lo material, donde reside enroscada la serpiente del fuego eterno o Kundalini, posada sobre el Loto Sagrado, como gustan de llamar en la Tradición Oriental; pero ¿cómo despertamos al Fuego que alimentará al Plexo solar y al Tercer Ojo? ¿Somos capaces, ahora, de entender porqué las iniciaciones emocional y mental no son nada si antes no hemos puesto en marcha el generador de la energía que pueda activarlas? Dejo que seáis vosotros quienes contestéis a cuestión tan simple..., Simplemente ¡No hay modo! 

La Iniciación Tántrica es la única que puede denominarse como completa, dado que va dirigida a los tres planos de forma simultánea, aunque algunos se empecinen en indicar que existe un Tantra Blanco que no necesita de la interacción sexual. Eso es simplemente falso y una falacia propia de timoratos. 

El Tantra o Iniciación del Sacro, despertar del fuego sagrado de Kundalini, puede desarrollarse en solitario; pero es extremadamente aconsejable buscarse una compañía adecuada, una pareja sexualmente activa y sin prejuicios porque lo que aquí vamos a poner pudiera parecer impropio y herético. La Pareja tántrica es reconocida como nuestra Maestra, así como si la Iniciación fuese simultánea para ambos, nosotros seremos reconocidos como su propio Maestro. No es necesario, en absoluto, que nuestro Maestro sea nuestra Alma Gemela. Por el contrario, si hubiésemos encontrado a nuestra Alma Gemela y realizamos el Ritual con ella, con mucha probabilidad el Universo conocido desaparecería para regrasar al Pleroma tras una implosión.

A la Maestra Tántrica se la suele denominar de múltiples formas, como Dama Roja, Mujer o Bruja Escarlata, Babalon..., Cuando se trata de un Varón no existe denominación especial dado que cumple las mismas funciones de una Maestra Tántrica, luego, inexorablemente, el Maestro, de ser el caso, queda convertido en una Dama Escarlata porque la Iniciación del Plano Físico siempre es competencia de Gaia, la Tierra, la Naturaleza, la Gran Sacerdotisa.

Aunque es posible el despertar de Kundalini mediante ejercicios apropiados, de forma individual, no es recomendable por el peligro real que supone para nuestro propio cuerpo físico, fundamentalmente. Lo más apropiado sería que nos buscásemos a alguien tan imbuido de Amor absoluto como nosotros mismos y por supuesto, el heterosexual buscará a una pareja del otro sexo y el homosexual, por el contrario, se procurará de la pareja apropiada.

Es un error muy común pensar que una unión tántrica siempre es heterosexual. Ese es otro de los engaños del Demiurgo y los arcontes, sus secuaces. La Unión Tántrica puede desarrollarse mediante técnicas, bien conocidas, sin ayuda de una unión marital, aunque también. Estamos tratando de despertar el Sacro “La Serpiente del Fuego Sagrado” 

Llegados a este punto, tan escabroso para algunos, diremos que nada de esto tiene que ver con la verdadera Moral, dado que la Moral está dentro de nuestra mente y en la forma en que observamos las cosas. No vamos a tratar de pornografía o fornicación; pero de algún modo tenemos que tratar el más grande secreto de lo Oculto y que nos ha sido velado por generaciones.

Lo primero de todo, después de encontrarnos imbuidos del Amor Gnóstico,  es encontrar a nuestra Maestra Tántrica, nuestra Pareja sea del sexo que requiramos y donde uno de los dos tomará dicha función cargada del más sincero y puro Amor. Fuera y dentro del Ritual deberemos abandonar todo interés lascivo y sorna socarrona que pudiera atraer hacia nosotros a los cascarones huecos de las personas que ya no se encuentran en el Plano Material o de zombies dormidos que se encuentran viajando por el Plano Astral y que les sirven de máscara a los inoportunos arcontes para interrumpir cualquier verdadera Iniciación. 

Sabemos que estamos tratando de algo para lo que el común de los mortales no se encuentran preparados y que a partir de este instante nos exponemos, como mínimo, al escarnio y a la burla; pero es nuestra obligación, ya comenzado, continuar adelante. La búsqueda de nuestra amante tántrica no debería de convertirse en una obsesión pues, en ese caso, quedaríamos expuestos a ser abordados por dichos cascarones, también conocidos como espíritus inferiores.

Deberíamos dedicarle al Ritual incluidos los preliminares, al menos un día completo dado que es algo muy serio y que requiere su tiempo y cuando decimos que es algo muy serio no queremos que se nos interprete como que tenemos que abordar nuestra experiencia de forma severa. No debemos confundir solemne con severo. Esa solemnidad del instante podría muy bien estar edulcorada con inocentes risas y sonrisas siempre que no hayan sido incubadas por la fornicación y la lascivia.

Hay que buscar en tercer lugar un lugar amplio y cómodo, sería preferible en el campo al aire libre pero entendemos que es algo muy poco práctico, donde poder situar tres velas o antorchas formando un triángulo equilátero y donde la pareja tántrica debería situarse en su centro. Estas velas o antorchas deberán ser de tres colores diferente, una roja, la otra verde y la tercera azul. La Roja representa a la materia donde se encuentra dormido el Fuego de Kundalini, la Verde representa la Esperanza que simbólicamente siempre ha estado en relación con nuestro Corazón mediante la añoranza, lugar cercano al Plexo solar que se pretende activar y el azul es el color celeste de la espiritualidad que supuestamente se encontraría en las cercanías de nuestra Glándula Pineal.

Para ayudar a que la energía fluya deberemos aderezar el decorado con una o, en caso de encontrarnos en algún lugar al aire libre, varias varillas o infernillos de incienso de rosa y opio. Colocaremos una música tipo Chilaut o New Age, sirve música Zen, Celta, Clásica u otras similares para crear el ambiente de sacralidad y quietud necesario. A la Hora de encender las velas, encontrándose la parte de la Pareja pasiva, receptora, bien acomodada y relajada en el interior del triángulo, se seguirá el siguiente Ritual, o parecido que dejamos a la imaginación de los amantes:


Al encender la vela Roja del Fuego:

¡Oh Espíritu Santo de Fuego, que vives en nuestro interior, no dejes que nada ajeno traspase este triángulo sagrado y te rogamos que avives nuestra llama interior!

Al encender la vela Verde de la Esperanza:

¡Oh Hijo Unigénito, bien amado, que duermes en el regazo de nuestro corazón, te rogamos que asistas a la convocación y nos inundes de profundo Amor, tan necesario para la única y verdadera Iniciación!

Al encender la vela Azul del Poder Celeste:

¡Oh Padre, que eres Uno con nosotros y siendo conocedores de que en tí nos encontramos todas tus humildes criaturas, te rogamos que nos concedas la Divina protección y la sacralidad necesaria para que esta Iniciación pueda ser Plena y conforme a tu magnánima y única voluntad. 


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Seamos conscientes que hemos bajado a los infiernos de la Materia, el Hades o el Sheol donde moran los muertos vivientes y ¿Qué es el Mundo en el que moramos sino el Sheol? Todo lo que a continuación sigue quedaría embrutecido y vanalizado por palabras y descripciones puramente pornográficas, por lo tanto daremos un sencilla y breve descripción para que la Imaginación del Lector pueda completar, en su interior, este Sagrado Trabajo.

Sobra decir que deberemos utilizar con nuestra Pareja Tántrica el mayor cuidado posible y estar atentos, en todo momento, a sus necesidades y atenciones para evitar cualquier posible accidente de consecuencias imprevisibles.

Durante el Proceso, que no describiremos, visualizaremos a una enorme serpiente enroscada en nuestro interior que, gracias a los masajes sacros, irá despertando poco a poco hasta desarrollar un enorme calor que no es otro que el despertar del fuego sacro. Ese poderoso fuego surgido de lo material; pero que está cocinado en el Mundo del Espíritu irá subiendo hasta alcanzar el Plexo solar. Ahora será en dicho lugar donde el calor se sentirá más hasta el punto de olvidar que fuera originado a mucha distancia de allí en nuestro intestino más externo. 

El fuego seguirá extendiéndose hasta alcanzar nuestra nuca primero, donde sentiremos un profundo ardor y desde allí generará como un látigo de luz hacia el interior de nuestra frente donde se supone se encuentra nuestro tercer ojo. Si somos pacientes y el trabajo es realizado con el Amor, la humildad y la paciencia necesarios, se abrirá nuestro tercer Ojo y la Chispa de Espíritu de nuestro interior tomará consciencia de su existencia. Es ahora, cuando escucha la Metanoia, la música de las esferas que proviene de los centros galácticos.

Una vez conectados con el Pleroma, mediante la metanoia mutua que fluye de nuestro huésped espiritual hacia la que nos llega, en forma de Neutrinos, de los conductos dimensionales que son los centros galácticos, habremos conseguido el culmen de la triple iniciación, del Cuerpo, del Alma y del Espíritu y conoceremos como somos conocidos y ni el pasado ni el futuro jamás nos volverán a ser velados.

Hemos tratado de una perfecta Iniciación, donde ambos participantes conseguirían la Iluminación al mismo tiempo; pero esto raramente sucede, dado que siempre el Maestro Tántrico, debería mantenerse ajeno al Plano del Espíritu con el fin de que su Discípulo llegue a buen puerto sin sufrir inconvenientes materiales; pero también hay que decir que si esta Experiencia se produce con cierta asiduidad sí es posible que ambos, con la práctica, pudieran llegar al más espiritual de los éxtasis y que jamás criatura alguna haya llegado a alcanzar de otro modo.

Pasado un tiempo prudencial de reposo, se procederá al apagado de las velas, sin soplar,  y en absoluto silencio; pero en el orden inverso al que fueran encendidas: Siempre con gran solemnidad y que no implica que una sonrisa no fluya de nuestros Labios, primero la Azul, después la Verde y por último la Roja. También es conveniente tener en cuenta que nuestros movimientos, al comienzo habrán sido siguiendo las agujas del reloj hacia la derecha y en el apagado al contrario hacia la izquierda.

Porque no se trata de algo propio de una imaginación calenturienta sino de vivencias propias dentro de los planos internos. ¿Tiene algo que ver Lucifer, la serpiente, en todo ello? Lo dejamos para que sea también vuestra imaginación quien conteste esta última cuestión. 

OJOS